Como alcanzar metas en el 2018 - Parte 1
Enero – el mes de nuevos comienzos, nuevos retos, nuevas metas, nuevos sueños y para muchos borrón y cuenta nueva. Pero a veces todo esto se queda solo en enero, porque empezamos con todas las ganas al principio del año, pero ya cuando vemos que la cosa es difícil mejor lo dejamos para después. Y es que es fácil planear, pero del dicho al hecho hay muy trecho, entonces ¿cómo podemos perseverar y llegar hasta el final? ¿Cómo podemos continuar hacia la meta mucho después de Enero?
Primero que todo yo sé que con todo este movimiento de la prosperidad y falsa fe al hablar acerca de alcanzar metas y soñar con logros da escalofríos. Yo entiendo porque mis antenas espirituales están alertas cada vez que alguien habla del tema. Pero pienso que hay dos extremos que están totalmente mal. Uno es “yo voy alcanzar lo que yo me propongo porque lo he decretado y lo que yo decreto ya lo tengo.” El otro extremo es “Si Dios quiere que tenga algo Él lo hará, solo tengo que orar y confiar en Él, más nada.”
Por ejemplo:
“Decreto que voy a comprar la casa de mis sueños y así será”, está mal.
“Si Dios quiere que tenga una casa Él me la va a dar, no tengo que ahorrar, planificar, solo esperar de brazos cruzados”, también esta mal.
La Biblia dice que “no vivimos para nosotros mismos” y “vivimos para honrar al Señor” y que si morimos o vivimos “pertenecemos al Señor” (Rom. 14:7-8). Y Romanos 15:3 dice que “ni siquiera Cristo vivió para agradarse a sí mismo.” Entonces al igual que el Salmista debemos reconocer que el Señor es nuestro dueño (Sal. 16:2). No debemos tomar decisiones y hacer planes como que si nuestra vida es nuestra, sino que debemos preguntarle en oración al Señor cual es su voluntad para nuestra vida y que quiere Él que hagamos.
Podemos ser específicos en nuestras oraciones, es más te animo a que lo seas. “Señor me gustaría comprar una casa, ¿es esa tu voluntad?” o “Señor si es tu voluntad abre las puertas en mi trabajo para que yo pueda avanzar en mi carrera.” Le podemos preguntar a Dios por dirección en todo, no importa lo insignificante que sea. Es mas escuche a Charles Stanley decir que una vez le pidió al Señor que lo guiara a donde comprar el pavo para su cena de Día de Acción de Gracias jajajaja, parece loco ¿no? pero cuando establecemos una cercanía con el Señor nos damos cuenta que podemos hablarle de todo, Él está interesado en cada detalle de nuestras vidas (Salmo 37:23).
La verdad es que vivimos en el mundo, hay que ser realistas. Tenemos que trabajar, comer, pagar los recibos de la luz, y tener donde vivir entre otras cosas. Ser cristiano no significa estar desconectados de la realidad. Tampoco es pecado querer superarse, mejorar, o querer cosas materiales. Lo que si es pecado es cuando esas cosas se convierten en un ídolo en nuestros corazones. Es pecado cuando buscamos a Dios con una lista kilométrica y demandamos que nos cumpla todos nuestros caprichos y antojos. Eso sí es pecado. En cambio, si quieres ven con tu misma lista kilométrica, pero ríndela a sus pies. Habla con el Señor, ¿no es tu amigo? Le puedes contar que te gustaría un vestido nuevo o un aumento de salario, por mas tonto que parezca el Señor escucha. Ojo – El Señor escucha nuestras oraciones no las obedece.
Ya que entendemos quien es el que manda, nuestras oraciones son solo peticiones y no órdenes. El Señor siempre está dispuesto a escuchar una petición que viene de un corazón sumiso y que espera su respuesta.
¿Está tu corazón anclado y satisfecho en el Señor? ¿Te ha inquietado el Rey a hacer algo? ¿Le has pedido por algo y te ha respondido? Si la respuesta es "sí", entonces ¡amiga hacer planes se ha dicho! Sí, hay que hacer planes y organizarse porque todo no es oración y ayuno mi vida.
En el próximo blog vamos hablar de cómo hacer planes y organizarnos para alcanzar algunas de las metas más comunes al comienzo de cada año. Yo s que asomé que iba a responder esas preguntas hoy, pero es que no podía hacerlo sin primero dejar claro que vivimos para Cristo y no para nosotras mismas, y que solo con su aprobación y guia podemos hacer planes y seguir adelante. El planificar y organizarnos no significa poner la voluntad de Dios a un lado y tomar las riendas de nuestras vidas, mas bien significa que vamos a obedecer y hacer planes en armonía con la voluntad de Dios.
Así que preparate con papel y lápiz que aquí te espero para compartir maneras prácticas para lograr esos nuevos retos este año. Mientras tanto te animo a que veas esta predica de Charles Stanley Cuando Hacemos Planes Sin Dios. Sera una herramienta que servirá como fundamento para el próximo post.