Como Leer La Biblia

Mi lectura de la Biblia cambio cuando entendí dos cosas. Primero, como hablamos en la Parte 1 de esta serie – La Biblia es el corazón de Dios revelado, es la persona de Cristo – Él es la Palabra. Segundo, la Biblia es verdad y punto. Así de sencillo y de complicado. Sencillo porque es verdad, no hay que estudiarla cuidadosamente para ver dónde está la mentira o la falla, toda ella es verdad. Y complicado porque a veces al leerla se le hace difícil a nuestra mente humana aceptar como verdad lo que estamos leyendo, entonces nos gana la lógica, el diablo se aprovecha y es cuando todo se vuelve un caos.

Entonces la Parte 2 de Cómo Leer la Biblia es Creer que la Biblia es Verdad.

Si alguien me hubiese preguntado hace años “¿Tú crees que la Biblia es verdad?” rapidito le hubiese contestado: “Si, claro”. Y no por mentirosa o hipócrita, sino que en realidad yo pensaba que creía que toda la Biblia es verdad. Eso pensaba, pero en realidad estaba llena de duda y de confusión y ni siquiera lo sabía. A veces venían pensamientos a mi mente contrarios a la verdad de la Palabra, y yo me los creía. Por ejemplo, venia el enemigo y me susurraba, “Tu no sirves para ser cristiana, es demasiado difícil, tratas, pero fallas, y no avanzas, ¡pecadora!” Entonces, yo me lo creía, como trataba y no sentía que avanzaba entonces tenía que ser verdad yo no servía para ser cristiana.

¿No te ha pasado? Que te sientas a leer la Biblia y empiezas a pensar “Para que la voy a leer, si la leo y leo y nada pasa, no crezco, no avanzo, y además que ni la entiendo.” Primero y principal ese pensamiento viene del mismo infierno, creado por el padre de la mentira (Juan 8:44) y si dejamos que ese pensamiento haga raíz en nosotros entonces vamos a llegar a donde el diablo nos quiere llevar – a no leer la Biblia nunca, a darnos por vencido.

Todo pensamiento y sentimiento que no está apoyado por la Palabra de Dios es mentira y tenemos que rechazarlo.

Hazlos santos con tu verdad; enseñales tu palabra, la cual es verdad. Juan 17:17

Vamos a desenmascarar algunas de las mentiras que el enemigo usa para que soltemos la Biblia.

Mentira #1: No puedo entender la Biblia, es muy difícil.

Verdad: Jesús dijo que el Espíritu Santo “les enseñará todo y les recordará cada cosa que les he dicho.” (Jn 14:26) Cuando nacimos de nuevo, Dios puso su Espíritu en nosotros (Eze. 36: 26-27) y La Palabra de Dios fue inspirada por el mismo Dios (2 Tim 3:16). Así que tenemos al Autor de las Escrituras, al Maestro perfecto viviendo dentro de nosotros, y podemos confiar en Él porque es el Espíritu de verdad (Jn 15:26). Dios está interesado en enseñarte, puedes confiar en Él. Jesús dijo: “Déjenme, enseñarles porque yo soy humilde y tierno de corazón (Mat. 11:29). Tenemos a un Maestro que es tierno y humilde, no nos lastima, ni se desespera ni nos enseña a patadas. Te animo como le dijo Pablo a Timoteo “El Señor te hará entender todas estas cosas.” (2 Tim. 2:7) Cada vez que leemos la Biblia le tenemos que pedir ayuda al Espíritu Santo que nos revele lo que Él nos quiere decir, que nos explique lo que dice, y como leímos en la Parte 1 de esta serie sabemos que Dios está interesado en revelarse a nuestras vidas. El Salmista dijo: “La enseñanza de tu Palabra da luz de modo que hasta los simples pueden entender” (Salmo 119:130). Entonces si creemos que la Biblia es verdad entonces vamos a rechazar ese pensamiento que nos dice que no podemos entender, porque ella nos dice que si podemos. Cuando creemos que no podemos entenderla y aseguramos que no podemos le llamamos a Dios mentiroso, pero el mentiroso es el diablo.

Mentira #2: La leo y nada pasa, no veo cambios en mí, no avanzo, no crezco espiritualmente

Verdad: rechazamos esa mentira con la verdad de la Palabra de Dios. Isaías 55:10-11 dice: “La lluvia y la nieve descienden de los cielos y quedan en el suelo para regar la tierra. Hacen crecer el grano, y producen semillas para el agricultor y pan para el hambriento. Lo mismo sucede con mi palabra. La envío y siempre produce fruto; logrará todo lo que yo quiero, y prosperará en todos los lugares donde yo la envíe.” Dios no es hombre para mentir (Num. 23:19), si Él lo dijo Él lo hará. Su Palabra logrará y esta logrando Su propósito en nosotros. “La palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la medula del hueso” (Heb. 4:12a). Su Palabra no es un libro lleno de letras humanas, La Biblia es viva y poderosa, llega hasta lo más profundo de nosotros. Ella está haciendo su obra en nosotros, de eso podemos estar seguros porque Dios ha dicho que así es.

Mentira #3: No siento que Dios me habla

Verdad: no vivimos por lo que vemos o sentimos, vivimos por fe (2 Cor. 5:7), fe de que Dios está haciendo y hará lo que Él dijo que haría. Cuando pienso que Dios no me habla porque no siento nada, estoy diciendo de cierta manera que mi compás es mi corazón, no el Espíritu Santo. Si mi corazón siente algo, entonces Dios está aquí y si no siente nada entonces Dios no está. La prueba de que Dios nos habla no es un sentir. La prueba que Dios nos habla es su Palabra. Él nos ha dado su Palabra para hablarnos, comunicarse con nosotros, revelarnos quien es. No dependas de tu corazón que es engañoso (Jer. 17:9), creele a Dios por fe.

Yo sé que estas son solo algunas de las mentiras que el enemigo usa para alejarnos de leer la Biblia. Hay muchas más, pero todas las podemos derribar con la verdad que Dios nos ha dado en Su Palabra. Te animo a que te aferres por fe a todo lo que dice la Biblia, que su verdad controle tu mente y tu corazón.

Aquí te dejo con otros de los pasajes Bíblicos que me han ayudado a combatir al enemigo a la hora de tener mi devocional. Pero antes quiero invitarte a que regreses pronto a este blog, porque esta serie de cómo Leer la Biblia aún no termina. En la Parte 3 estaré compartiendo consejos prácticos para tus devocionales o lectura de la Biblia.

Sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que podamos conocer al Dios verdadero. (1 Jn. 5:20)

Ustedes han recibido al Espíritu Santo, y él vive adentro de cada uno de ustedes, así que no necesitan que nadie les enseñe lo que es la verdad. Pues el Espíritu les enseña todo lo que necesitan saber, y lo que Él enseña es verdad, no mentira. (1 Jn 2:27)

Toda la escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra. (2 Tim. 3:16-17)

Jesús le contestó: Yo soy el camino, la verdad, y la vida. (Jn. 14:6)

Y Yo le pediré al Padre, y Él les dará otro Abogado Defensor, quien estará con ustedes para siempre. Me refiero al Espíritu Santo, quien guia a toda la verdad. El mundo no puede recibirlo porque no lo busca ni lo reconoce; pero ustedes sí lo conocen, porque ahora Él vive con ustedes y después estará en ustedes. (Jn. 14: 16-18)

Mi consejo es sano, no tiene artimañas ni falsedad. (Prob. 8:8)

Si Dios no se guardó ni a su propio Hijo, sino que lo entrego por todos nosotros, ¿no nos dará también todo lo demás? (Rom. 8:32)

No le habría dicho al pueblo de Israel que me buscara si no fuera posible encontrarme. Yo, el Señor, solo digo la verdad y solo declaro lo correcto. (Isa. 45:19b)

Pero fue a nosotros a quienes Dios reveló esas cosas por medio de su Espíritu. Pues su Espíritu investiga todo a fondo y nos muestra los secretos profundos de Dios. Nosotros hemos recibido el Espíritu de Dios (no el espíritu del mundo), de manera que podemos conocer las cosas maravillosas que Dios nos ha regalado. (1 Cor. 2:10 y 12)